(Colaboración con www.Ilunik.com)
Hoy he leído en un medio on line especializado en marketing un reportaje sobre el poco aprovechamiento que el sector agroalimentario hace de internet en general y de lo 2.0 en particular. Esto, además de demostrar que algunos sectores son especialmente difíciles de modernizar en nuestro país porque se mueven con estructuras y mentalidades muy tradicionales, me hace también reflexionar sobre las posibilidades reales que internet ofrece a este sector.
En el artículo se destacaba que el sector vinícola sí que está haciendo uso de internet como arma de marketing, pero esto no sucede igual en otros sectores como el conservero o incluso los productos frescos. Las posibilidades que internet ofrece a la promoción de productos agroalimentarios son de sobra conocidas. Como decía el artículo parece rara ya una empresa que no tiene página web y aun así en este sector un 42% de las empresas no la tienen.Lo de la presencia en redes sociales es ya desolador (15%), teniendo en cuenta las posibilidades a costes reducidos que ofrecen estas plataformas, especialmente para las PYMEs. Pero la promoción y la comunicación no es lo único que internet puede ofrecer al marketing agroalimentario.
La distribución es también un elemento diferenciador que puede, si se usa correctamente, convertirse en una ventaja competitiva para la empresa, que ahorre costes de intermediación y consiga relaciones más directas y duraderas con los clientes. El caso más claro es el de los productores que venden directamente sus cosechas por Internet. Con la ventaja para el cliente de que llegan a su casa y se aseguran la calidad y frescura del producto. Como ejemplo os dejo el caso de Mami Taronges un proyecto que conocí en Tarragona en un curso que impartí hace algunos años y que vende mandarinas y naranjas en temporada directamente servidas al cliente en su casa. Para esta cooperativa de productores supone aumentar mucho los ingresos porque vende a precio de tienda sin intermediarios. A pesar del coste de transporte, los beneficios son mucho mayores.
Esto nos lleva a hablar de otra P del marketing, el precio, que como vemos también tiene su influencia. Dominar la cadena de distribución nos permite también poder hacer políticas de precio sin contar con las grandes distribuidoras alimentarias ni entrar en guerras de precio absurdas.
En cuanto al producto, la cuarta P, Internet también permite crear productos diferentes, casi personalizados, con la importancia que eso tiene hoy, y desde luego que diferenciadores. Recientemente Xabier Verdaguér, un importante emprendedor español en Silicon Valley nos decía que el futuro está en el comercio electrónico… y este señor de esto de internet sabe bastante. Habrá que hacerle caso y aprovechar el medio, ¿no creéis?
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